Identifica Los 3 Tipos De Dependencia Emocional Y Cómo Superarlos Para Tener Relaciones Más Saludables

¿Qué significa tener un vínculo emocional sano con los demás? Esto se refiere a la capacidad de construir relaciones saludables y libres de dependencia emocional, en donde ambas partes se apoyan sin temor a ser controladas o manipuladas. ¿Es posible siquiera lograrlo? Afortunadamente, sí. Si eres consciente de los tres tipos de dependencia emocional y aprendes a identificarlos para poder trabajar en ellos, es probable que logres tener ese vínculo deseado con otros.

A continuación se enumeran esos tres tipos de dependencia:

• Dependencia afectiva: La persona depende emocionalmente del otro en el sentido de que su autoestima depende de la aprobación y el reconocimiento que reciba por parte del otro.
• Dependencia económica: La persona depende de los recursos de su pareja para vivir y es incapaz de mantenerse a sí misma.
• Dependencia social: La persona depende emocionalmente del otro para satisfacer sus necesidades sociales y no puede llevar a cabo acciones sin contar con la presencia y el apoyo del otro.

Aunque cualquier tipo de dependencia emocional perjudica las relaciones interpersonales, no hay que desesperarse. El primer paso para superarla es identificarla, así como también identificar en qué situaciones se presenta. Luego, hay que trabajar en los patrones de comportamiento que llevan a esa relación insana; esto incluye aceptar los problemas y trabajar en ellos. Finalmente, hay que buscar estrategias para poder sentirse bien sin la presencia del otro.

De esta forma, comenzando desde el entendimiento de los tres tipos de dependencia emocional y de cómo superarlos, se puede generar una relación saludable basada en el respeto, el amor y la confianza entre dos personas.

Versión Completa. Claves para evitar la dependencia emocional. Silvia Congost, psicóloga

Dependencia emocional en la pareja | Silvia Congost | TEDxReus

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es una forma de conducta que se produce en una relación, caracterizada por la necesidad desmedida e incontrolable de recibir afecto, comprensión y validación por parte de la pareja. Esta dependencia suele ser desequilibrada, individual en muchas ocasiones, generando carencias emocionales profundas en el individuo.

¿Cómo se manifiesta la dependencia emocional?

1. Necesidad extrema de recibir comprensión y validación por parte del otro;
2. Excesiva preocupación por no perder al otro;
3. Baja autoestima y autoimagen negativa;
4. Falta de autonomía;
5. Conductas pasivas e inseguras;
6. Temor a estar solo.

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Normalmente, la dependencia emocional surge como consecuencia de haber vivido experiencias infantiles conflictivas donde existió una desconexión del afecto y el amor materno. Si bien el apego temprano es un factor primordial para el desarrollo de la personalidad, se puede dar un vínculo excesivo en donde el lloro del bebé no es satisfecho inmediatamente, causando así una desconfianza en la relación a futuro.

Esto conlleva a un sentimiento de insatisfacción en los seres humanos, lo cual hace que busquen gratificarse emocionalmente a través de relaciones de pareja en las cuales el objeto de apego sea el otro.

También, la dependencia emocional puede representar la necesidad de tener un control constante sobre la otra persona, así como de actuar de forma posesiva con el fin de ser reconocido y evitar el abandono. Por ello, una de las herramientas principales en el tratamiento de este tipo de dependencia es el fortalecimiento de la autoestima.

¿Qué complicaciones presenta la dependencia emocional?

- Sentimiento de ansiedad y estrés;
- Inseguridad y miedo al rechazo;
- Falta de confianza en sí mismo;
- Imposibilidad de tomar decisiones propias;
- Pérdida de identidad;
- Culpa constante;
- Dependencia afectiva patológica.

¿Cuáles son los 3 tipos de dependencia emocional?

La dependencia emocional se caracteriza por una excesiva necesidad de ser aceptado, tener relaciones íntimas y que se cumpla con los deseos de la persona dependiente. Esta relación, en la mayoría de los casos, se manifiesta entre dos personas; sin embargo, es posible una dependencia emocional con otros factores, como objetos o lugares. Existen tres tipos principales de dependencia emocional:

• Dependencia autodestructiva. Esta forma de dependencia suele ser la más común, donde el individuo origina conductas compulsivas para afrontar las emociones y los problemas. Un ejemplo de este tipo de dependencia emocional son acciones como el abuso de alcohol, drogas o comportamientos sexuales afectados.
• Dependencia neurotizante. Esta conducta es generada a partir de la necesidad de ser controlado y de aceptación de la figura materna, lo que provoca que se desarrollen sentimientos como el miedo a la soledad, nostalgia, dependencia afectiva y fóbica.
• Dependencia idealizada.En esta forma de dependencia se origina una creencia de ser amado gracias al cumplimiento de los ideales familiares o culturales; por lo tanto, si una persona no reconoce esos ideales o no los cumple, pasa a ser rechazado o separado. Esto conlleva a sentimientos de vergüenza o culpa, generando un lazo de dependencia.

Es importante destacar que existen diferentes grados de dependencia emocional, desde aquellos que son levemente perceptibles hasta aquellos que tienen un impacto más significativo en la vida de la persona. La mejor manera de tratar la dependencia emocional es ayudándose a sí mismo y a través del trabajar con profesionales cualificados quienes podrán brindar herramientas para desarrollar habilidades de relaciones interpersonales, autocontrol y autogestión.

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¿Cómo se manifiestan los 3 tipos de dependencia emocional?

Manifestación del primer tipo de dependencia emocional: Esta forma de dependencia aparece sobre todo en la adolescencia, cuando se suele buscar el cariño y aprobación excesiva de los padres y/o familiares. El estímulo para alcanzar la satisfacción y sentirse bien nunca es suficiente por lo que es fácil caer en este tipo de dependencia. Se manifiesta a través de conductas pasivas y sumisas como:

• No tomar decisiones sin la opinión de los padres.
• No asumir responsabilidades personales sin la ayuda de los padres.
• Cultivar el miedo a no ser querido si no cumple con ciertas expectativas.
• Confusión al tratar de ser independientes.
• Búsqueda desesperada de aprobación de terceros.

Manifestación del segundo tipo de dependencia emocional: Para muchas personas adultas, es habitual caer en un comportamiento de dependencia emocional hacia sus parejas. Esta tendencia se traduce en conductas obsesivas y posesivas, como:

• Celos excesivos.
• Sentimiento de posesión.
• Incapacidad de tomar decisiones sin contar con la opinión de la pareja.
• Miedo a perder el afecto de la pareja.
• Generar profundo resentimiento hacia la pareja cuando se actúa de forma autónoma.
• Exigir constantemente a la pareja tiempo y compromiso.

Manifestación del tercer tipo de dependencia emocional: Esta última forma de dependencia se genera cuando se crea necesidad de recibir el interés de otros, para sentirse bien consigo mismo. Es común entre personas solitarias o aquellas que tienen baja autoestima. En este caso también se ve reflejado en formas de conducta:

• Agobiar a los demás con necesidad de atención.
• Adaptar las opiniones o gustos a lo que los demás esperan.
• Pensar que los demás tienen la culpa de nuestro estado emocional.
• Confundir la dependencia con el amor.
• Miedo a la soledad y el aislamiento.
• Pedir demasiado a los demás.

¿Qué riesgos conlleva tener una dependencia emocional?

Los riesgos de tener una dependencia emocional:

Una de las principales consecuencias de tener una dependencia emocional es que esa persona tiende a subordinar su identidad al otro, lo cual puede ocasionar un bajo autoestima y, a la larga, lo llevará a tener problemas de ansiedad y depresión. Tras de esto, la persona entrará en una relación donde el desequilibrio emocional seguirá presente.

Pérdida de autonomía emocional. Al depender emocionalmente de la otra persona, la persona que sufre de este trastorno pierde su autonomía emocional ya que se siente incapaz de controlar sus sentimientos. Esto afecta significativamente su capacidad de tomar decisiones conscientes, lo cual puede derivar en que la persona adopte decisiones erróneas que le perjudican en el futuro.

Dificultades para relacionarse con otros. La persona dependiente emocionalmente suele encontrar dificultades para relacionarse con cualquier otra persona. Esto se debe a su miedo al rechazo y a la soledad. Por lo tanto, suelen buscar relaciones inseguras e insanos, en donde otros lo manipulan y lo someten a sus necesidades emocionales.

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Problemas en la vida laboral. La incapacidad de tomar decisiones influye directamente en la vida laboral. Esto puede provocar sentimientos de incapacidad, inseguridad, falta de motivación, ansiedad y estrés, lo cual puede ser causa de rendimiento bajo en el trabajo.

Impacto en la salud. El tormento emocional que causa la dependencia emocional puede provocar diferentes enfermedades, tales como trastornos gastrointestinales, disminución del sistema inmunológico e incluso enfermedades cardiovasculares. Asimismo, esto también puede afectar el sueño e inducir al consumo de sustancias psicoactivas.

¿Cómo puede alguien superar la dependencia emocional para tener relaciones más saludables?

La dependencia emocional en las relaciones tanto familiares, como amorosas y con amigos, es común entre la población en general. Esta condición es perjudicial para la persona que la soporta, ya que se trata de un tipo de relación inestable donde la “necesidad” del otro supera el “deseo” de estar juntos y es causada por la falta de amor propio y seguridad personal. Por tal motivo, para lograr relaciones más saludables es necesario superar este trastorno.

Existen 3 principales pasos que debes seguir para aprender a superar la dependencia emocional:

• Acepta la realidad. Es importante aceptar que tu relación actual no es sana. Trata de ver claramente los problemas, sin caer en la negación o culparse a ti mismo. Una vez aceptada la situación, podrás comenzar a solucionarlo.
• Mejora tu autoestima. Es fundamental que trabajes en tu autoestima para abrirte al mundo y aceptarte tal y como eres. Esto hará que te sientas seguro contigo mismo, disminuya la inseguridad y que seas capaz de amar a los demás sin necesitar su aprobación constantemente.
• Crea nuevas relaciones. Es importante involucrarte en nuevas relaciones cargadas de reciprocidad y comprensión donde exista amor, respeto y lealtad. Estas relaciones serán una gran ayuda para superar la dependencia emocional.

¿Qué estrategias alternativas se pueden utilizar para superar la dependencia emocional?

Aún cuando la dependencia emocional se ha convertido en un problema al que muchas personas se ven enfrentadas, hay estrategias alternativas que pueden ser utilizadas para superarla. Estas son cinco formas prácticas y eficaces en las cuales una persona puede abordar el problema de la dependencia emocional:

• Formular metas a corto y largo plazo: el primer paso para abordar la dependencia emocional es identificar lo que se quiere lograr a corto y largo plazo. Desde tener éxito en el trabajo hasta salir adelante emocionalmente, todos los objetivos deben ser puestos en paper para poder darles seguimiento y medir los avances realizados.
• Desarrollar la resiliencia: la resiliencia es uno de los temas más importantes cuando se trata de superar la dependencia emocional. Esta consiste en desarrollar capacidades internas para poder tolerar situaciones difíciles, como la frustración, el rechazo y los conflictos sin caer en la desesperación, el sentimiento de soledad o el autocastigo. Esto, llevado a cabo constantemente, ayudará a fortalecer la autoestima y la confianza en uno mismo.
• Cuida tu salud mental: el cuidado de la propia salud mental es esencial para lograr la independencia emocional. Prácticas como el mindfulness, el yoga y la meditación son herramientas útiles para mantener el equilibrio mental y evitar la ansiedad, la tristeza y la depresión. Además, la práctica regular de ejercicio físico mejorará el bienestar físico, así como el equilibrio mental.
• Cultiva relaciones saludables: el mantenimiento de relaciones saludables es clave para superar la dependencia emocional. Esto significa rodearse de personas que te apoyen y te respeten, que te aconsejen sin llegar a ser críticas ni negativas. Establecer buenas relaciones también ayuda a desarrollar un sentido de pertenencia, lo que contribuye a mejorar la autoestima.
• Aplicación de técnicas de afrontamiento: el uso de técnicas de afrontamiento es una excelente manera de lidiar con los problemas y los sentimientos de dependencia emocional. Por ejemplo, la variación cognitiva, que es un modelo enfocado en identificar y evaluar los pensamientos negativos y reemplazarlos por otros más adaptativos; y la distracción, que implica distraerse con actividades placenteras, como leer un libro o ver una película.

Los beneficios de estas estrategias alternativas son evidentes, desde la mejora en la calidad de vida hasta la disminución del nivel de dependencia en relaciones externas. Utilizarlas le permitirá alcanzar un estilo de vida más independiente, autónomo y feliz.