Falacia De Control: ¿Por Qué A Veces Creemos Que Tenemos El Control De Todo?

¿Existe alguna manera de tener control absoluto sobre todo en la vida? La respuesta para la mayoría de nosotros es NO. Desde luego, hay cosa en las que sí tenemos el control, como por ejemplo nuestras emociones, si nos decidimos a estudiar para un examen o si simplemente queremos descansar. Pero, ¿qué sucede cuando algo sucede fuera de lo que planificamos y no salen de acuerdo con nuestros deseos inmediatos? ¿Cómo nos sentimos cuando no podemos tomar "el control" sobre algo? Esta es la premisa inicial tras el Falacia de Control: ¿Por qué a veces creemos que tenemos el control de todo?

Este artículo explora la idea de que el control de uno mismo y de los diferentes factores de la vida es imposible de hacer, así como la falacia que podemos llegar a tener con respecto a las situaciones que creemos que podemos controlar. Con esto, analizaremos algunos conceptos importantes de Psicología como el Control Interno-Externo, la Teoría de la Autodeterminación, y la Teoría del Poder. Estos conceptos nos ayudarán a entender más profundamente la realidad de la situación, para poder comprender el verdadero significado de la Falacia de Control. Además, exploraremos cuáles son las diferentes formas en las que esta puede manifestarse en el día a día.
Finalmente, veremos algunas formas en que podemos lidiar con lo que no podemos controlar y como reaccionar ante estas situaciones: enfrentarlas con inteligencia emocional, soltar el control, aceptar la realidad, y valorar lo que tenemos en lugar de centrarnos en lo que deseamos que sea.

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¿En qué consiste la falacia de control?

La falacia de control consiste en la creencia errónea de que un evento particular es responsable de los resultados obtenidos al realizar una acción. Esta creencia desempeña un papel destacado en situaciones donde hay una necesidad de solucionar problemas o de buscar soluciones rápidas y eficaces. Este tipo de credo suele ser empleado por aquellos individuos que carecen de conocimiento acerca de un tema determinado, sin embargo, también es usado por personas que adquieren información incompleta sobre un tema particular.

La falacia de control se da cuando una persona culpa a un solo factor de los resultados obtenidos. Esto es una creencia equivocada pues muchas veces hay varios factores relacionados que repercuten en el resultado. Esta creencia lleva a pensamientos ilusorios de que el único factor responsable es el que uno escoge para culpar, aunque en realidad hay otros factores que desempeñan papeles importantes, como por ejemplo:

• Clima
• Personalidad
• Medio ambiente
• Relaciones sociales
• Salud mental

La falacia de control suele ser muy común entre aquellas personas que buscan soluciones rápidas a problemas complejos. Estas personas buscan siempre un factor único para asignar la responsabilidad sobre cualquier resultado, aunque esta creencia es errónea ya que la mayoría de las veces las consecuencias son producto de diversos factores que interaccionan entre sí.

Es importante mencionar que esto es un problema que tiene su origen en la propia forma de pensar de una persona, es decir, en su actitud. Algunas personas pueden no ser conscientes de que están llevando a cabo este tipo de pensamiento, pero este pensamiento tiene un efecto negativo en la toma de decisiones. Esta categoria de pensamiento limita considerablemente la capacidad del individuo para evaluar una situación de manera objetiva y considerar todos los factores involucrados. la falacia de control es un patrón de pensamiento equivocado que puede obstaculizar la solución de problemas de manera eficaz.

¿Cuáles son los factores que contribuyen a que una persona crea tener el control total?

En el marco de la autoconfianza, es importante entender cuales son los factores que contribuyen a que una persona crea tener el control total. Esta confianza en uno mismo, tanto en los ámbitos personales como profesionales, se logra luego de mucha práctica y disciplina.
Dentro de los factores más destacados se encuentran los siguientes:

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• Autoeficacia: Es la creencia que se posee acerca de las habilidades necesarias para manejar situaciones complejas. Para lograr una sensación de control, es necesario desarrollar la autoeficacia.
• Autoestima: Entendida como la valoración que una persona hace de sí mismo, esta es una habilidad clave para poder crear una sensación de control. Si una persona cree en sus propias habilidades, es más fácil conseguir sentir que se tiene el control de su vida.
• Autocontrol: Una persona con autocontrol será capaz de manejar situaciones difíciles con calma y manteniendo el equilibrio. El autocontrol ayuda a desarrollar la confianza en uno mismo al ser capaz de tomar decisiones racionales cuando se presenten situaciones difíciles.
• Toma de Decisiones: La capacidad de tomar decisiones rápidas y conscientes es una herramienta de gran valor para mantener el control de cualquier situación. Esto significa aprender a confiar en tus propias habilidades para tomar las mejores decisiones.
• Planificación: Los planes ayudan a mantener el control de la situación al tener un esquema o un patrón que seguir para tratar un asunto determinado. Planear con anticipación es una técnica efectiva para sentirse seguro sobre el proceso y no perder el control.

¿Cómo se puede identificar el síndrome de la falacia de control?

El síndrome de la falacia de control es una inclinación psicológica típica en el cual un individuo cree que él o ella tiene control sobre eventos externos que son realmente no controlables. Mediante este síndrome, los individuos tratan de alcanzar un estado de perfección en sus vidas mediante el control de situaciones difíciles y complejas. Esto conlleva a sentimientos de inutilidad si dichas expectativas no se cumplen. Una forma común de abordar esto es por medio del control compulsivo.

Identificar el síndrome de la falacia de control:

1. La persona suele pensar que es capaz de controlar cosas completamente externas a su alcance.
2. Permanecer siempre alerta ante posibles amenazas y riesgos externos.
3. Intenta controlar cotidianamente eventos externos.
4. Fija objetivos excesivamente altos.
5. Se angustia o se culpabiliza cuando no alcanza lo planeado.
6. Adopta actitudes y acciones exageradamente centradas en el control.
7. Establece unas expectativas elevadas de autoexigencia.
8. Realiza pesadas cargas de trabajo para lograr los objetivos.
9. Tiende a frustrarse cuando hay situaciones difíciles de manejar.
10. Siente una gran ansiedad cuando los eventos no salen como él espera.

¿Qué efectos pueden causar las ideas erróneas sobre el control total sobre un individuo?

Las ideas erróneas sobre el control total sobre un individuo, pueden causar efectos muy dañinos, a tanto para la salud mental como física. Esta creencia de que un individuo es capaz de controlar todos los aspectos de su vida, originan una presión excesiva para satisfacer un nivel de excelencia demandado por la auto imposición. Esta idea se fundamenta en algunos principios tales como, el ser humano puede prevenir todos los problemas y desafíos que surgen en su vida, con un alto nivel de compromiso o que cada acción lleva una consecuencia predeterminada.

Esto deriva en estrés, ansiedad, sentimientos de inadecuación, e incluso depresión; ya que el individuo intenta controlar situaciones que son completamente fuera de su alcance. Esta percepción de auto demanda, genera altas expectativas de logros y responsabilidades, lo cual trae como resultado problemas de autoestima y baja motivación personal. Considera que es necesario superar los fracasos constantemente, sin permitir el proceso natural de recuperación y aprendizaje.

Además, el creer que prevalece el control absoluto sobre un individuo, limita sus potencialidades y habilidades. Por lo tanto, impide la realización de una exploración creativa de sus capacidades. Una persona con estas ideas erróneas no permite la resolución de problemas de forma creativa ni la búsqueda de retos intelectuales. De esta forma, sería incapaz de desarrollar habilidades que le permitan manejar las distintas situaciones que se presenten a lo largo de su vida.

Estas ideas erróneas limitantes impiden al individuo desarrollar una habilidad fundamental, que es manejar los cambios inherentes a la vida. Esto es especialmente importante en momentos de crisis o dificultades; ya que el creer que un individuo tiene control total sobre su vida, limita el desarrollo de competencias para afrontar las adversidades.

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¿Cómo podemos evitar caer en la trampa de la falacia de control?

Para evitar caer en la trampa de la falacia de control, primero debemos entender qué es. La falacia de control es un sesgo cognitivo en el que una persona exagera la cantidad de control que tiene sobre los resultados. Esto puede afectar a una variedad de áreas, desde la vida laboral hasta la salud, por lo que es importante entender cómo evitarla.

Aceptación: una forma de prevenir la falacia de control consiste en aceptar que hay cosas fuera de nuestro control. Esto significa estar realmente conscientes de las cosas que están fuera de nuestras manos y ceder la responsabilidad de ellas a otras personas o a circunstancias. Esto también implica que debemos limitar los esfuerzos para intentar controlar aquellas cosas que no están bajo nuestro alcance.

Estar abierto a la incertidumbre: es importante tener la humildad suficiente para admitir que hay cosas que simplemente no sabemos. Debemos aceptar la incertidumbre de la vida y dejar de intentar controlarlo todo. De esta manera, evitamos el sesgo cognitivo de la falacia de control, ya que somos conscientes de que hay cosas que no están bajo nuestro control.

Enfocarse en lo que podemos controlar: cuando somos conscientes de que existen áreas fuera de nuestra influencia, podemos concentrarnos más en aquellas áreas que sí están bajo nuestro control. Por ejemplo, trabajar más duro para ser mejor en nuestra carrera, o llevar un estilo de vida saludable para mejorar nuestra salud. Estas son cosas que están dentro de nuestro alcance y que nos ayudan a alcanzar objetivos importantes.

Toma de decisiones informadas: la toma de decisiones informadas es otra forma de evitar caer en la trampa de la falacia de control. Esto implica la investigación de todas las opciones antes de tomar una decisión y no permitirse ser guiado solamente por la confianza y la autoconfianza. Llevar a cabo una investigación adecuada significa que seremos mejor preparados para tomar decisiones informadas.

Identificar factores externos: muchas situaciones son influenciadas por factores externos. Debemos identificar estos factores y también estar conscientes de cómo influyen en nuestro comportamiento y en nuestras decisiones. Esto nos ayuda a evitar creer que tenemos un control absoluto sobre la situación.

Monitorear el propio comportamiento: finalmente, es importante monitorear nuestro propio comportamiento. Tenga en cuenta si le está resultando difícil aceptar cosas fuera de su control, si está intentando controlar todo, si está tomando decisiones basadas en la confianza en lugar de la investigación, u otros comportamientos que puedan indicar que está cayendo en la trampa de la falacia de control.

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¿Existen tratamientos específicos para tratar la falacia de control?

Existen varios tratamientos específicos y recomendaciones que se pueden aplicar para tratar la falacia de control. A continuación, mencionamos algunos de ellos:

Cambiar el foco hacia uno mismo: Se recomienda cambiar el foco hacia uno mismo para identificar aquellas situaciones en las que cada uno tiene el control. Esto requiere de un entendimiento de cuáles son las propias responsabilidades, los propios límites, y aprovechar al máximo el tiempo disponible para tomar decisiones realmente útiles.

Entender la impotencia: Es importante entender la noción de impotencia, recordando que ésta es algo normal y humano. Todo esto ayudará a conectarse con la realidad de que no todo depende de nosotros, y al mismo tiempo lidiar con las emociones relacionadas a la pérdida del ilusorio control.

Aceptar lo que no se puede cambiar: Se trata de aceptar que hay ciertos hechos e influencias sobre la vida, que el individuo no puede cambiar. Al mismo tiempo, aprender a valorar lo bueno que sí se puede mejorar y cambiar.

Fortalecer la capacidad de afrontar: Se recomienda fortalecer la resiliencia como forma de afrontamiento, buscando apoyo en personas cercanas y en profesionales para desarrollar estrategias preferibles.

Buscar otras formas de sentirse en control: Por último, se sugiere encontrar otras formas de sentirse en control, como el ponermetas, el desarrollar estrategias, el concentrarse en lo que sí se puede controlar, así como en aquellas destrezas previamente adquiridas.